2 de junio de 2013

Eres una


Grandísima hija de parra
injerto de moscatel y uva de mesa,
única soberana de Colchagua
te ríes a racimos llenos,
de la risa te desgranas,
eres preludio de bulla
fecunda hija de la gran parra,
a tu salud lamimos el suelo donde
derramas tu sombra, pollera de ala ancha
que para el duelo de la cueca
hasta la corteza te arremangas.
Cantora de ramada y de vendimia,
que animas con guitarra improvisada,
tallada de tu propia madera,
mariposa borracha de tonadas
y tus manos son de viento
y son de camanchaca para tocarla.
Valiente parra carne de perro
que a la injusticia también le ladras
y con el cuero duro resistes
la indiferencia más descarnada
de la tierra, que donde más abajo te nutre,
más arriba te quiebra las ramas.
Tu voz es el raro fermento,
justa mezcla de animada jarana
y protesta tan elocuente
que toda la sangre toma las armas
del legado de tus agridulces uvas,
Grandísima hija de la gran parra.

No hay comentarios: