18 de febrero de 2008

Silencio



Que se haga el silencio en mis labios y en mis ojos

Que no sea yo la desate la anarquía,

La que manche de letras el espacio

Que no vibren mis cuerdas, ni mis pupilas.


Que se haga el silencio en mis oídos,

Que se queden inútiles por unos momentos

Que se consuman y envuelvan de la quietud del aire


Que se haga el silencio también en la razón

Que se calle esa voz que sin mecerse al viento,

Mata el silencio.

Que los sesos descansen de los signos retumbantes,

Que descansen de las palabras inagotables y constantes.


Que se haga el silencio en el alma

Y que el silencio se divorcie de las leyes de la mecánica

Que deje de ser el revés del sonido,

Que no pueda ser quebrado por el choque violento,

Por la oscilación atómica.

Que ahora el silencio sea energía viva

Que sea un color, que sea todos los colores a la vez, que sea el limpio color blanco.

Que el silencio colme el vacío de fulgor

Y al alma la arrulle con el bálsamo de su paz.

Que el día de mi muerte, el silencio este conmigo y me bese la frente.

1 comentario:

DupiN dijo...

Una vez le dije alguien, que lo más grato de estar con esa persona era su silencio. Era el hecho de volver a estar solo, con alguien que te hace parte suyo.


Definitivamente, se me hace muy grato leerla

hasta pronto