Los espejos, eran mares cerrados e inversos
Eran oscuridad ante todo,
Y misterio que se ocultaba tras las imágenes narcóticas.
Eran superficies exquisitamente ambiguas,
Que usaban la luz para urdir sus mundos irreales,
Que embriagaban y silenciaban la conciencia
Con su brillante despliegue de colores robados.
Me gustaría sumergirme en el estático fluir de uno,
Tomada de la mano de mi alter ego aparente
Llegar más allá de la reflexión luminosa,
A la enigmática dimensión sin dimensiones,
Para conocer que verdad nos esconden los espejos.